¿Cuántos de nosotros nos sentimos un espécimen raro de la naturaleza? Reconozco que hoy no tengo un día bueno, reconozco que hoy he pensado demasiado e incluso he tenido tiempo para estudiarme, criticarme u odiarme por ser como soy. Un tópico "nadie dijo que vivir sería fácil". Nadie lo dijo pero ¿lo pensó? Puede ser fácil si dejamos de complicar nos la vida los unos a los otros, puede ser fácil si nos sintiésemos realmente libres para expresarnos como el momento y la personalidad quisiera. Desde pequeños nos dicen.. "ésto no", nos niegan el derecho a experimentar la posibilidad de crecer como alma libre y pensadora. Nos quitan el derecho a ser dueños de nuestro sueño. Me dá por mirar a mi alrededor e intentar recordar cómo es que llegué hasta aquí; porque no está aquí cualquier otra persona en vez de estar yo. ¿Quién eligió ésto para mí? y lo peor...
¿Por qué acepté? Ésto no es lo que quise.
Los números no se me dieron bien, es más.. nunca me gustaron. Las letras, los sentimientos siempre fueron mi entretenimiento preferido. No entiendo de casi nada, mi memoria tampoco me permite retener mucha información y a la altura de la vida en la que estoy no creo que pueda hacer nada para cambiar eso. Entiendo sólo de las cosas que me gustan y de las que no me gustan.
Ser sensible es un lastre en infinidad de ocasiones, ser sensible incluso ofende a los demás cuando se exponen las frustraciones; para algunos significa ser menos, ser raro y aburrido para muchos otros. Ser sensible en la sociedad no queda bien, sólo si eres alguien importante es fantástico y ya por eso se es un ser divino y se va derecho a la beatificación ante las masas. Perdónenme por ocupar el sitio que tengo, me di cuenta tarde de que no quiero estar aquí.
Las personas corrientes no deben ser sensibles, no deben expresarse cuando se sienten molestas y mucho menos hacer notar a los demás que son felices con los pequeños detalles. Las personas corrientes han de ser hipócritas, envidiosas y competitivas, llenar los huecos vacíos de montañas de mierda y deben odiar cualquier indicio de felicidad de sus semejantes. Si alguien se siente bien hay que hacerle sentir mal, y si se siente muy mal todavía se le puede hacer sentir peor. Hay días en los que es mejor no pronunciar palabra, hoy desearía ser muda.