Inexplicable.

Sigilosas miradas, mutiladas las lenguas y atadas las manos.. ya no puedo gritar lo que pienso. Me obligan a estar callada frente a lo hiriente, mi opinión es un número en una agenda telefónica. Mi deber es callar y dejarme ser arrastrada por las corrientes hacia el desastre. ¡Me niego! Vuelo para tocar las estrellas pero el sol puede quemarme antes de lograrlo.. ¿Cúal es la diferencia entre el ser y estar? No estoy... soy.. pero.. ¿qué soy en ésta locura? Carne quemada y olvido, todo lo que no quise y fuí. Repetimos.. hormonas revoltosas en un ciclo intermitente que no descansan, fatiga que se visualiza más allá del espejo. Agonía, ansia, moral.. todas peleando en la lujuria, en medio de todas ellas.. mi conciencia, muda y parapléjica.

Vesánico amor...

De improviso, escucho campanitas y me siento rodeada de humo con olor a fresas...
Destellos inventados en el subconsciente de  mi mente para adornar la felicidad del espacio.Y lo imposible es atractivo, es sensual.. y me sacude el pensamiento trazando líneas infinitas en un mapa lleno de surcos por los dobleces del pasado. Me expongo a una caída, tengo que confiar en que me recogeras antes de rozar si quiera el suelo; coronando con un beso en la frente el despropósito se hace inerte y las voces gritan.. las hago mudas, por ésta vez no voy a escuchar... No voy a compartir la sensibilidad vehemente que me arroja a los placeres inóspitos de tu recogida lealtad. Obedezco a mis instintos y me confío a moldear con mis sueños una nueva realidad de dos extraños. Bailando ritmos.. absolutamente demente y polarizada tras de tí..

Dormida en el regazo de tu caricia pura.

Mi cuerpo sucumbió ante tí; sin titubeos...

Tu mirada viajó a través de la mía quedándose a vivir por siempre en la estancia reservada a el anhelo. 

La utopía de un beso regalado a otras bocas mientras la mía se muere de sed..

Herida por la que se me va la vida, la razón de mi necesidad eres tú.

Puzzle de senderos adruptos, 

ruta interminable hacia el destino que soñamos y no logramos resolver.

 Los brazos extendidos reclamando el abrazo divino de la comprensión.

No caigas en el camino, levántate "estoy aquí" para consolar tu soledad cuando sientas frío.

Volamos con la música de Vienna Teng.