domingo, 24 de octubre de 2010

Mi hogar.

No sabía que ésta tortuosa faena me haría tan feliz.
Modelar con mis dedos las esquinas del cómplice de mis deseos.
Confiarme a el en la caída otoñal del sol,
Silencio y murmullos en mi cabeza peleando y divirtiéndome...
Correr por el pasillo riendo porque me tratan de hacer cosquillas,
esconderme en el vestidor... (shshshhhh....y..
¡salir bailando hasta el salón!

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